Somos energía materializada a través de millones de años de extraordinaria evolución, en un universo donde el espacio-tiempo ha transformado dicha energía en un sinfín de formas de gran belleza y complejidad. Para la muestra, nuestro planeta Tierra, hogar de cientos de especies vivas, entre las que nos encontramos los humanos como seres dinámicos con una conciencia capaz de abordar la comprensión del propio cosmos del cual surgimos.
Así, uno de los conceptos más relevantes en el mundo de la ciencia es el de “energía”. Su definición ha sido tema de controversia, así como de estudio debido a la complejidad que conlleva. En las diferentes áreas del conocimiento, la energía ha sido tratada de acuerdo con el punto de vista de las ciencias naturales, especialmente, aunque la psicología, la filosofía e incluso la sociología han incursionado en su estudio por la necesidad de entender, aún más, la idea de que somos producto de un universo energético.
La actual teoría del Big Bang señala que el inicio del universo pudo ser a partir de fluctuaciones cuánticas (escala atómica) de energía. Ver Fig. 1 El Big Bang.
Inicialmente, esa energía de una densidad y temperatura incalculables, originó el espacio-tiempo que comenzó su expansión (etapa de inflación), luego, fue enfriándose con el tiempo pasando por diferentes cambios de fase. Cuando terminó el periodo inflacionario, se formó un plasma de partículas elementales. Al seguir en su expansión, el universo comenzó a enfriarse, lo que permitió la combinación de quarks y gluones, dando origen a protones y neutrones. Posteriormente, surgen las fuerzas fundamentales que interactúan con las partículas para formar núcleos de deuterio y helio. Después de unos 300.000 años surgió el hidrógeno. La radiación generada se expandió por el espacio (radiación de fondo de microondas). Algunas regiones del espacio se pusieron más densas que otras, lo que provocó la formación de estrellas, galaxias y macro estructuras observables por los telescopios. En la actualidad, se menciona que, aproximadamente el 70% de energía que predomina en el universo, es de un tipo desconocido llamado “energía oscura”, responsable de la expansión; pero esta energía puede ser la constante cosmológica de la que habló Einstein. Sin embargo, su naturaleza sigue siendo uno de los grandes interrogantes de la física contemporánea.
Desde este contexto, el estudio del concepto de energía es completamente relevante, en cuanto que nos permite entender y profundizar en la idea de que somos producto de un universo energético en evolución.
Ahora, localmente, es decir, desde nuestro planeta, la fuente de energía más importante es el Sol.
miércoles, 9 de junio de 2010
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